(Mensaje enviado por Matema) Hijos de la Madre Patria

Igual les hace cierta gracia saber que, 5 años después de las gloriosas incursiones de la TCB al Muelle de Barcelona (pluma-pluma-gay), un escamote de esta entidad ha vuelto a conquistar singular bajel, en las pútridas aguas de nuestro puerto. A ver quien sale del armario en esta ocasión...

Y no se crean que la tarea se antojaba nada fácil. De entrada, nos enteramos que no se trataba de un crucero de guiris predispuestos de escala en nuestra ciudad, sino un navío de la Armada Holandesa que se regresaba de no se qué misión de la NATO. Como era de esperar, la tripulación estaba compuesta en un 99,7% por varones, entre los cuales se podían distinguir varios sectores: los que no tenían la ESO (fructífera cantera que nutre, por lo visto, todos los ejércitos del mundo), y los hooligans bebedores de cerveza reorientados al servicio de la sociedad.

Pero, como es habitual, les Tuna se creció ante las dificultades, y acabó gestionando bien la situación, amenizando y divirtiendo al personal más receptivo. Cantamos a las cuatro chatis jamonas (que se debían poner las botas con todo el regimiento en las largas travesías), gorreamos comestibles y bebestibles, y nos enrollamos bien con los mandos, que eran los paganos. No sólo nos remuneraron contentos, sino que nos agasajaron con insignias varias del barco (que pasarán a decorar la cueva), y se prestaron a enseñarnos el barco. Espero con impaciencia las afotos, entre uniformes y cañones. Una curiosidad: ante la ingenua pregunta “Qué significa esa bandera”, nos informan que era un estandarte arrebatado a una flota Española en época de la Armada “Invencible”. Encantadores.

Al final el contratillo ha resultado menos lucrativo de lo esperado para la señalada fecha, pero ha sido bastante divertido. Y una buena manera de empezar el año parchero, en una soleada tarde entre gaviotas y holandeses con cara de cerditos (por una alimentación abusiva con las grasas insaturadas).